Artículo de interés

Licda. Brenda Josefina Gil Mayén
Jueza de Divorcios Voluntarios
Miembro de la Conferencia de la Haya y
Juez enlace en materia de Sustracción Internacional de NNA.
La utilización de las TIC’s en la Administración de Justicia
Con mucho entusiasmo y agradecimiento a la Revista de la Asociación de Mujeres Juezas de Guatemala, me es grato compartir algunos de los retos y experiencias que inicialmente el trabajo virtual ha traído para el sector justicia y de manera especial para las mujeres en su rol de Juezas, Abogadas Litigantes, Psicólogas, Trabajadoras Sociales, Auxiliares Judiciales, entre otros.
Como todo cambio en la vida implica ventajas y desventajas, beneficios o perjuicios, me referiré en primer lugar a las cuestiones positivas en el uso de la utilización de la tecnología mediante las distintas plataformas virtuales a nuestro alcance que han venido a revolucionar la administración de justicia en forma positiva, creando las posibilidades de una justicia con más celeridad, cumpliendo con el principio de acceso a la justicia, beneficiando además a las personas con alguna incapacidad para trasladarse hasta un juzgado, brindando también la posibilidad a las mujeres de compartir más tiempo con nuestros hijos, aunque en forma más compleja y con doble esfuerzo por los distintos roles que como mujeres desempeñamos en la sociedad, siendo mujeres, madres, encargadas de nuestra casa, algunas veces responsables del cuidado también de nuestros padres de edad ya avanzada o con algún padecimiento por enfermedades crónicas.
Estamos rompiendo un paradigma en la administración de justicia, pero debemos ser cautos y actuar con mucha prudencia, pues es un mundo desconocido para muchos que no contamos con las mismas posibilidades y conocimiento en el uso de la tecnología, que para otros es tan factible y menos complejo, pues quienes administramos justicia hemos sido formados y capacitados en nuestra profesión como Abogadas y Abogados, en temas jurídicos y legales, por lo que aunque se nos brinde capacitación en temas tecnológicos, esto no es nuestro campo de acción y requiere de mucha paciencia, práctica y apoyo para conocer y utilizar correctamente la tecnología que la informática brinda hace ya mucho tiempo, pero de mucho uso hoy en día debido a la pandemia por el Covid-19 que nos aqueja y obliga a usar dichas técnicas para continuar brindando un buen servicio a la población.
Debemos actuar con prudencia y responsabilidad, ya que la tecnología nos permite diversas opciones de comunicación y desarrollo de nuestro trabajo, pero debemos tener presente siempre la ética y secreto profesional, principalmente en los asuntos de niñez y de familia que de conformidad con la ley son privados y reservados únicamente para las partes, así como los otros ramos de derecho reservados por ley.
Uno de los peligros derivados del uso de las nuevas tecnologías, es el hecho de violentar derechos fundamentales, por lo que debemos tener el debido cuidado para que el Derecho a la intimidad o privacidad de las personas no se vea conculcado por el uso de las nuevas tecnologías de la informática, pues como señala la Dra. Cintia Castillo Jiménez “hoy por hoy, factores como la velocidad, la potencia y la capacidad de almacenamiento de los ordenadores pueden suponer una seria amenaza al derecho a la intimidad y privacidad de las personas, riesgo que se ve aumentado cuando se facilita la comunicación entre terminales separados por miles de kilómetros, y no existiendo ningún impedimento técnico para el tratamiento de los datos personales. La privacidad debe ser considerada como uno de los valores humanos fundamentales, que sirve a los ciudadanos para mantenerse libres, el hecho de preservar nuestras experiencias privadas es una labor importante sobre todo a la hora de recoger y utilizar la información. Las legislaciones y jurisprudencia de los tribunales de los países de la Unión Europea y de los Estados Unidos de América, han primado el reconocimiento del Derecho a la intimidad como valor esencial, que debe protegerse ahora de manera especial por el continuo avance tecnológico y sus repercusiones.”
Como Juezas y Jueces, tenemos la responsabilidad de cumplir nuestro trabajo con profesionalismo, solemnidad y no permitir que el uso de la tecnología sea en forma desmedida convirtiéndolo en un abuso de la ley, pues algunos usuarios y Abogados han pretendido que las audiencias se celebren en espacios y lugares inapropiados, verbigracia dentro de un vehículo en donde no podría ponerse de pie una parte que deba ser protestada de conformidad con la ley, en la intimidad de una habitación o vivienda en donde una de las partes este en cama, padeciendo de alguna enfermedad y no se trate de declarar su interdicción, dentro de una cafetería, pretendiendo que se reciban documentos como mandatos por correo electrónico cuando lo la ley lo exige que se acompañen a la demanda, pues no ha habido ninguna reforma legal que lo permita siendo cuestiones delicadas que deben revisarse ya que implican decisiones en la vida de las personas y al renunciar las mismas a los plazos de impugnación serán irreversibles las decisiones y derechos fundamentales que contengan las demandas y esto solo a manera de ejemplos, siendo el titular de la judicatura el encargado de dar solemnidad a una audiencia y no permitir estos actos contrarios a la ley, y a la ética, para el correcto desempeño de nuestro trabajo, para mantener la solemnidad, decoro y prestigio ante la sociedad que, infortunadamente, en algunos casos, nos tiene tan mal vistos.
Para continuar leyendo en Revista AMJG – Año 1 – Número 1